miércoles, 29 de abril de 2009

Fundamentos


La propuesta del seminario es de riesgo: el artista debe pasar a ser el hermano mayor del filósofo porque no necesita despertar “la inquietud de sí”: debe darse cuenta que él es la inquietud en sí mismo. Frente a esta situación, una Teoría Estética ya no puede ser un ejercicio a posteriori: la nueva Teoría Estética debe ser una disciplina a priori que acompañe al artista en la concreción de su obra de arte en lo material, de modo tal que esa obra sea la más fiel alusión a lo irrepresentable de su ser. Una comunicación que supere la forma: una comunicación ontológica. El artista, con su posibilidad de pensar sin certezas, tiene la posibilidad de que la razón deje de ser una vulgar pieza perteneciente al Poder, y así recuperarla para beneficio del hombre cuya reflexión le da lugar a una existencia.  

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